Shijing, nº 119
Señero crece el peral,
verdes sus hojas están,
solo voy en mi vagar.
¿Acaso ya más no hay hombres
aunque sean de otro padre?
¡Ay, caminante! ¿Por qué
luego no me acompañaste?
Señero crece el peral,
frescas sus hojas están,
solo voy con mi pesar.
¿Acaso ya más no hay hombres
siquiera de otro linaje?
¡Ay, caminante! ¿Por qué
entonces no me ayudaste?
domingo, 30 de agosto de 2009
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