viernes, 27 de abril de 2012

El deseo de saber

D. Juan Moneva y Puyol publicó en Zaragoza en el año de 1933 un bello libro en diciseisavo titulado Paremias. De él se imprimieron 500 ejemplares, uno de los cuales (el número 284) acompañó largo tiempo a mi padre.
 El libro contiene una colección de pensamientos para cada día del año, sacados de innumerables autores, y se abre con uno de San Bernardo de Claraval (Sermones super Cantica Canticorum, 36):
Pues hay quienes quieren saber con el fin solo de saber: y es torpe curiosidad.
Y hay quienes quieren saber para ser conocidos: y es torpe vanidad.
Y hay quienes quieren saber para vender su ciencia, por dinero, por honores: y es torpe comercio.
Pero también hay quienes quieren saber para edificar: y es caridad.
Y hay quienes quieren saber para ser edificados: y es prudencia.
¿Qué nos mueve a los redactores y lectores de blogs? ¿La curiosidad, la vanidad, la caridad, la prudencia? Una cosa es segura: no nos mueve el torpe comercio.