Shijing, nº 67
Gran contento ha mi señor,
su izquierda ase el caramillo.
Su derecha me llama a la sala,
¡cuán grande es el regocijo!
Gran contento ha mi señor,
su izquierda ase el abanico.
Su derecha me llama al paseo,
¡cuán grande es el regocijo!
Como dice García-Noblejas, el huáng (aquí traducido por "caramillo") era un pequeño órgano manual, formado por una serie de cañitas de bambú de distintas longitudes. En cuanto al dào (aquí traducido por "abanico") era un haz de plumas de ave, generalmente de faisán, que los varones empleaban en danzas y bailes.
lunes, 29 de marzo de 2010
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