Shijing, nº 228
En la ciénaga moreras,
grandes las hojas crecidas.
Tras ver al buen caballero,
¡qué gran dicha, qué gran dicha!
En la ciénaga moreras,
mojadas las hojas brillan.
Tras ver al buen caballero,
¿cómo no contar la dicha?
En la ciénaga moreras,
verdes las hojas lucían.
Tras ver al buen caballero
nos junta su nombradía.
Corazón lleno de amor,
¿cómo no lo contaría?
En el corazón guardado,
¿cuándo olvidarlo podría?
Interpretación canónica: es una sátira contra el rey. Hombres mediocres ocupaban los altos cargos mientras que los sabios vivían retirados; el poeta los añora.
Pero M. Granet no está de acuerdo:
Les mûriers du val, quelle force !
leur feuillage, quelle beauté !
Sitôt que je vois mon seigneur,
ma joie, quelle n'est-elle pas !
Les mûriers du val, quelle force !
leur feuillage, quelle douceur !
Sitôt que je vois mon seigneur,
allons ! quelle n'est pas ma joie !
Les mûriers du val, quelle force !
leur feuillage, quel vert profond !
Sitôt que je vois mon seigneur,
son prestige, qu'il agit fort !
Celui donc que dans mon cœur j'aime,
est-il trop loin pour y songer ?
Lui, que du fond du cœur j'estime,
lui, quand pourrais-je l'oublier ?
jueves, 11 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario