viernes, 12 de agosto de 2016

El oficio de poeta

Calvert Watkins (How to kill a dragon, 1995) cita a O. Bergin (Bardic Poetry, 1912), quien reproduce un texto de Thomas 0'Sullivane (s. XVIII) donde se describe una escuela poética de la Irlanda del s. XVI, justo antes de la destrucción de la civilización céltica:

El Seminario de poetas estaba abierto solo para quienes eran descendientes de poetas afamados en su tribu [...]

La construcción era una cabaña, baja y confortable, con camas a distancias convenientes, cada una con una pequeña alcoba sin muchos muebles [...] No había ventanas que dejaran entrar la luz del día, ni más iluminación que la de las velas, que únicamente se traían cuando era oportuno[...]

Los profesores proponían un tema apropiado a la capacidad de cada clase, determinando un número de rimas, y aclarando lo que debía principalmente tenerse en cuenta en lo relativo a las sílabas, cuartetas, concordancias, correspondencias y uniones [estos son téminos técnicos de la métrica irlandesa], y cada uno de estos aspectos estaba restringido por sus propias reglas. Habiendo sido propuesto dicho tema (uno o varios) de noche, los alumnos trabajaban en él, cada uno en su propia cama, durante todo el día siguiente, a oscuras, hasta cierta hora de la noche. Entonces se traían luces y escribían; se vestían y se reunían en una gran sala, donde los profesores estaban esperando, y cada alumno presentaba sus resultados, que eran corregidos o aprobados y según ello se proponían los mismos temas para el siguiente día, u otros nuevos [...]

Cada sábado o víspera de día festivo, los alumnos se dispersaban entre los caballeros y hacendados del condado, quienes los atendían y agasajaban [...] No solo eso, por turnos enviaban cada semana licores y toda clase de provisiones para la subsistencia de la Academia [...]

Aún así la carrera era larga y tediosa, y pasaban seis o siete años antes de que obtuvieran su título [...]

¡Ay, cuánto daño hizo el Romanticismo! Desde el siglo XIX, se autodenomina poeta cualquier joven sin lecturas, ignorante de los matices de los sonidos y los sentidos, y aún de la gramática de su lengua. Como yo mismo...

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