El poema es Lu zhai o El parque del ciervo (¿o de los ciervos?). Consta de cuatro versos de cinco caracteres. He aquí mi torpe traducción:
Montes vacíos. A la vista, nadie.
Pero se oyen los ecos de alguien que habla.
Vuelve la luz poniente al hondo bosque,
vuelve a brillar arriba el musgo verde.
Ciertamente, debo de haber incurrido en alguno de los errores que Weinberger y Paz señalan en las traducciones que reseñan:
- El traductor inventa un sujeto en primera persona.
- En contraste con la concreta precisión del original, el traductor parece contemplar el mundo "a través de una niebla de opio reflejada en cien vasos de vino."
- El traductor generaliza lo que en el original es concreto.
- Abuso de "chinoiseries": el poema se convierte en la delicia de un decorador.
- El lenguaje al que se traduce no es español, sino "almost pidgin".
- El traductor "traduce doce de las veinte palabras de Wang y maquilla el resto".